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Esta compañía norteamericana controlaba todas las decisiones que tomaba el gobierno por lo que a todos los efectos Guatemala era una “dictadura servil” que gobernaba en favor de una empresa extranjera en lugar de pensando en los intereses de sus ciudadanos.
Ahora los españoles asistimos con estupor a una sutil reinvención de este término. Si bien en esta ocasión la “dictadura servil” no está al servicio de una compañía dedicada a la recolección de bananas.
Las eléctricas ejercen un control absoluto sobre el gobierno de nuestro país y sobre los principales medios de comunicación. Rajoy y el resto del ejecutivo están al servicio de estas compañías y son incontables las evidencias que lo demuestran.
En las últimas semanas estamos asistiendo a una serie de subidas injustificadas en el precio de la luz, que ya era uno de los más altos de Europa, mientras que el gobierno no toma medidas y permite que cinco millones de Españoles se encuentren en situación de pobreza energética.
Literalmente está muriendo gente por culpa de no tener luz en sus hogares cuando la constitución brinda supuestamente estos derechos. Pero el gobierno actual se preocupa más de coartar la libertad de expresión o insinuar que los pensionistas deberían de pagar más por los medicamentos.
Mientras tanto las empresas energéticas continúan subiendo descaradamente los precios de la luz al mismo tiempo que contratan en sus consejos de administración a ex-presidentes del gobierno como Aznar o Felipe González.
Los medios de comunicación también están al servicio de estas grandes compañías. La ingente cantidad de dinero que estas empresas invierten en publicidad y patrocinar grandes eventos deportivos como la liga ACB de baloncesto, que ahora se llama liga Endesa, ponen a los grandes medios de comunicación ante un dilema: denunciar los abusos de quien les da de comer.
Luis Domínguez
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