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20.1.20

Julian Assange muere en prisión por publicar estos crímenes de guerra


El ex magistrado Eva Joly denuncia el silencio de los medios sobre las condiciones de detención del denunciante, que amenazan su salud.  

Tribune. Fue en 2010. En colaboración con un sitio llamado WikiLeaks, fundado por Julian Assange, los periódicos entre los más prestigiosos de Europa y del mundo publicaron una larga serie de revelaciones sobre las guerras que Estados Unidos libró en Afganistán e Irak. Unidos y sus aliados.

Desde el New York Times hasta el Spiegel, a través de The Guardian, El País o Le Monde, muchos de los llamados medios de referencia se han hecho cargo de documentos secretos del ejército estadounidense obtenidos por el sitio. Fueron clasificados, analizados y publicados, ya que era urgente advertir a la opinión mundial sobre los excesos y abusos que se habían cometido durante estas guerras libradas en nombre de la democracia después de los ataques del 11 de septiembre de 2001.

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La noción de transparencia fue ampliamente debatida en estos periódicos y en toda la sociedad. Pero la gravedad de la información contenida en estos documentos hizo que su discusión en un marco abierto y democrático fuera más de lo necesario. Estos documentos transmitidos por WikiLeaks a la prensa revelaron el uso de la tortura, decenas de miles de muertes de civiles, todo lo que hizo de esta zona del mundo el nido del terrorismo por el que hoy pagamos tan caro. 'hui.

A finales del mismo año 2010, Le Monde también otorgó a Julian Assange el título de personalidad del año.

Han pasado casi diez años. Julian Assange está en confinamiento solitario en la prisión de Belmarsh, Reino Unido. Esta prisión es conocida por albergar a muchos terroristas y a menudo se la describe como la versión británica de Guantánamo. En noviembre, sesenta médicos internacionales trataron de alertar al mundo sobre el estado de salud física y psicológica de Julian Assange. Consideran seriamente que él podría "morir en prisión". Y, desde entonces, ¡qué silencio! Qué falta de reacciones por parte de la prensa mundial, que transmitió la información sin detenerse allí, después de haber utilizado abundantemente las revelaciones que el mismo Assange y su equipo le habían traído sobre los abusos y los crímenes de guerra cometidos por Los aliados en Irak y Afganistán.

Cruel ironía

Sin embargo, existe un vínculo obvio de causa y efecto. Julian Assange muere en prisión por publicitar estos crímenes de guerra. Por permitirnos estar informados.

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